La situación de los pacientes renales en Ecuador se vuelve crítica a medida que más de 19 mil personas dependen de tratamiento de diálisis, el cual enfrenta graves problemas de financiamiento. Con una deuda estatal que asciende a 270 millones de dólares, muchas clínicas enfrentan retrasos que llegan a los 16 meses, afectando la vida de quienes requieren este tratamiento vital. Gabriela Álvaro, voz representativa de los pacientes en Pichincha, se manifiesta sobre esta crisis y cómo la falta de atención puede costar vidas.
Álvaro ha expresado la necesidad urgente de que el Estado escuche a los enfermos renales y atienda su situación precaria. En un reciente discurso en la Asamblea Nacional, describió el dolor y el miedo que enfrentan diariamente aquellos que no pueden acceder a su tratamiento debido a problemas financieros. La comunidad de pacientes ha estado en constantes protestas y reuniones con las autoridades, buscando una solución a esta crisis que amenaza su supervivencia.
La mirada hacia la insuficiencia renal en Ecuador es alarmante, con estadísticas que indican que el país enfrenta una de las principales causas de mortalidad. A pesar de esfuerzos por parte de la Defensoría del Pueblo, muchos pacientes sienten que su lucha es ignorada. Con un plantón programado en varias ciudades para el 21 de agosto, los pacientes renales están decididos a alzar su voz por sus derechos, exigiendo un compromiso real del gobierno para garantizar su acceso a tratamientos de salud esenciales.
