La reportera de Ecuavisa, María Belén Goncalvez, vivió un momento de gran tensión el 24 de febrero durante una transmisión en vivo en Durán. Mientras informaba sobre las devastadoras inundaciones que afectaban la zona, un taxi pasó a alta velocidad, provocando el terror entre su equipo de trabajo, quienes gritaron asustados al verlo acercarse. Afortunadamente, Goncalvez logró esquivar el vehículo, lo que le permitió continuar con su labor periodística sin caer en el pánico en el aire.
El incidente no fue un hecho aislado. Según testimonios de sus compañeros, situaciones riesgosas como esta son comunes en su trabajo diario. A menudo, los periodistas son considerados responsables de llevar soluciones a los problemas de la comunidad, cuando su función principal es visibilizar las necesidades de la ciudadanía ante las autoridades competentes. Tras el incidente, Goncalvez optó por no profundizar en el tema y siguió informando sobre las inundaciones.
El colega de Goncalvez, Andrea Báez, también expresó su apoyo a la reportera, destacando su profesionalismo al gestionar la situación en vivo. Además, se reveló que el conductor del taxi tiene un historial de multas que supera los 1.990 dólares por infracciones de tránsito, lo que añade gravedad a la situación. Goncalvez ha instado a las autoridades correspondientes a tomar acciones al respecto, mostrando su compromiso con la seguridad en el ejercicio del periodismo.
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