El año 2025 ha sido desastroso para el sector de tecnología climática en Estados Unidos, donde se han cancelado proyectos por un valor de $8 mil millones en los primeros tres meses. Este número supera con creces las cancelaciones que se han observado en años anteriores, lo que refleja una creciente incertidumbre en el mercado. Factores como cambios drásticos en las políticas federales han contribuido a esta tendencia alarmante.
La administración actual ha comenzado a retroceder en inversiones federales previamente prometidas, afectando a muchos proyectos, incluyendo aquellos respaldados por la Ley de Reducción de la Inflación. Además, nuevos aranceles sobre productos importados, especialmente de China, han complicado aún más la situación, y la demanda de tecnologías como vehículos eléctricos está quedando por debajo de las expectativas, lo que agrava la crisis en el sector energético.
A pesar del número significativo de cancelaciones, algunos proyectos continúan avanzando y cientos de instalaciones de fabricación están en construcción o ya operativas. Sin embargo, la situación actual ha creado un ambiente empresarial muy incierto, con acciones de muchas empresas que se sienten inseguras al comprometerse a inversiones a largo plazo en el sector de energía limpia, lo que podría tener efectos duraderos en su desarrollo futuro.
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