La actriz Kelley Mack, reconocida por su papel como Addy en la novena temporada de The Walking Dead, falleció el 2 de agosto de 2025, a los 33 años. Originaria de Cincinnati, Ohio, Mack había estado combatiendo un glioma del sistema nervioso central, un tipo raro y agresivo de tumor cerebral que le fue diagnosticado en septiembre de 2024. Su familia confirmó la triste noticia y anunció una ceremonia memorial para honrar su vida el 16 de agosto próximo.
Kelley inicialmente pensó que sus problemas de salud eran consecuencia de una hernia discal, ya que experimentaba dolor lumbar persistente y dificultad para dormir. Sin embargo, una resonancia magnética reveló una masa anormal en su médula espinal, lo que llevó a un diagnóstico devastador. A pesar de la adversidad, compartió momentos de su batalla en redes sociales, mostrando resiliencia y el apoyo de sus seres queridos en tiempos difíciles.
A lo largo de su carrera, Mack dejó una huella significativa en el mundo del entretenimiento, especialmente entre los seguidores de The Walking Dead. Aunque su participación fue breve, su talento y amabilidad resonaron en quienes la conocieron. Falleció en paz rodeada de sus seres queridos, dejando a su familia y amigos con un profundo sentimiento de pérdida. Kelley Mack será recordada no solo por su actuación, sino también por su valiente lucha contra el cáncer.
