El Kennedy Center está en el centro de la controversia después de que varios miembros del elenco de Les Misérables planearan boicotear la actuación que coincidirá con la asistencia del expresidente Donald Trump. Richard Grenell, presidente interino del Centro, expresó su descontento con esta decisión y afirmó que la institución no financiará la intolerancia entre artistas.
Grenell destacó la importancia de que todos los artistas profesionales actúen para públicos diversos, sin importar las afinidades políticas. La situación ha generado un debate sobre cómo el arte y la política deben coexistir, especialmente después de que Trump reorganizara la junta del Kennedy Center y se acercara al mundo del espectáculo de maneras controvertidas.
Este episodio es un eco de las tensiones más amplias entre la comunidad artística y la administración Trump, donde el Kennedy Center ha sido un punto focal. La respuesta de los artistas resalta la lucha por la libertad de expresión en el arte y cómo las decisiones políticas pueden impactar la creatividad y el trabajo cultural en Estados Unidos.
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