Estados Unidos ha tomado una postura firme contra los monopolios de las grandes tecnológicas. La Federal Trade Commission (FTC) ha iniciado un juicio contra Meta, comenzando un proceso que durará dos meses para determinar si la empresa de Mark Zuckerberg es un monopolio en el mercado de redes sociales. Las implicaciones podrían ser grandes: si la FTC gana, Meta podría ser dividida en varias partes, afectando sus operaciones y estructura actual.
Durante el juicio, se presentaron correos electrónicos que sugieren que Meta utilizó su influencia y poder para adquirir empresas emergentes, como Instagram y WhatsApp, lo que ha sido señalado como una estrategia para eliminar potenciales competidores. Zuckerberg defendió su enfoque argumentando que la inversión en esas empresas después de la adquisición beneficiaría al ecosistema de redes sociales.
La situación en Estados Unidos sigue los pasos de la Unión Europea en su esfuerzo por regular a las grandes tecnológicas. El gobierno está tratando de mitigar el poder excesivo que estas empresas tienen en el mercado, influyendo en la libre competencia y el intercambio de ideas, y la posibilidad de ‘trocear’ a Meta es un reflejo de las medidas extremas que se están considerando en su lucha contra el monopolio en el sector tecnológico.
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