
Recientemente, el Gobierno de Ecuador, a través de su portavoz Carolina Jaramillo, abordó la grave situación en el Hospital Universitario de Guayaquil, donde se habían reportado muertes de neonatos por la bacteria KPC. Jaramillo aclaró que solo dos neonatos murieron a causa de esta bacteria y desmintió los rumores de una declaración de emergencia sanitaria en el país. También destacó que los 18 neonatos que estaban en la Unidad de Cuidados Intensivos no necesariamente habían fallecido por la bacteria, contradiciendo la información errónea que circulaba en las redes sociales.
El Gobierno ha tomado medidas inmediatas para investigar los hechos y ha separado a las autoridades del Hospital Universitario y de la dirección provincial de salud de Guayas. Carolina Jaramillo enfatizó el compromiso del Gobierno por esclarecer la situación y encontrar responsables, asegurando que se dispondrá de todos los recursos necesarios para ello. Además, desmintió la supuesta escasez de cánulas en el hospital, afirmando que se está trabajando para aumentar el abastecimiento de insumos médicos.
Por otra parte, el ministro de Salud, Jimmy Martin, solicitó la renuncia del gerente del Hospital Universitario de Guayaquil tras la denuncia de las muertes de varios recién nacidos. Se ha abierto una investigación dirigida por un equipo especializado para determinar las causas de la situación y evaluar si hubo alguna irregularidad que provocara el brote de la bacteria Klebsiella pneumoniae en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales. La rapidez de la respuesta gubernamental refleja la importancia que se le da a la salud y seguridad de los recién nacidos en Ecuador.