
Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, se enfrenta a graves acusaciones relacionadas con la seguridad laboral en sus compañías. La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) de EEUU investiga la muerte de un trabajador en Tesla, revelando un preocupante índice de siniestralidad superior a la media del sector. Sorprendentemente, DOGE – el Departamento de Eficiencia Gubernamental que Musk dirige – tiene acceso a información confidencial de la investigación, lo que podría influir en su resultado.
Este escándalo surge a raíz de la muerte de Víctor Gómez, un empleado subcontratado en la planta de Tesla en Texas, que falleció debido a presuntas violaciones de seguridad. A pesar de que OSHA encontró irregularidades y emitió citaciones, la falta de transparencia es alarmante. La opacidad en la investigación ha coincidido con los recortes laborales en agencias gubernamentales, lo que ha llevado a preocupaciones sobre la relación de Musk con las entidades que deben regular sus empresas.
Expertos advierten que la situación plantea un serio conflicto de intereses, donde aquel que dirige las compañías señaladas también controla el organismo regulador. Con un registro de sanciones en su contra y una creciente tasa de accidentes laborales, la presión sobre Tesla y SpaceX está aumentando. La incertidumbre sobre la protección de denunciantes pone en jaque la integridad de la seguridad en estas fábricas, generando un ambiente de trabajo potencialmente peligroso.
Leave a Reply