El episodio final de The Sandman, titulado ‘Death: The High Cost of Living’, ha sido creado para ofrecer a los fanáticos un cierre emocional. Showrunner Allan Heinberg lo describe como un intento de sanar tras la intensa carga emocional del final de la segunda temporada. Mientras la serie se acerca a su fin, este episodio busca dar a los espectadores ‘un beso de buenas noches’, en el sentido de que se ofrece un momento cálido en medio de la oscuridad de la narración.
El episodio presenta a Kirby Howell-Baptiste como la personificación de la Muerte y a Colin Morgan como Sexton, un periodista que lucha contra sus propios demonios tras cubrir la crisis climática. A lo largo de un día que Muerte toma libre, se desarrolla una historia que combina momentos de alegría con el peso de la desesperanza que siente Sexton, creando una experiencia visual y emocionalmente reconfortante.
Heinberg menciona que este episodio actúa como compañero espiritual del episodio anterior en la primera temporada, donde la Muerte ayuda a guiar almas. En este, es Sexton quien, a través de su dolor, enseña a la Muerte sobre la belleza de la existencia. Así, este último capítulo deja un mensaje poderoso sobre la vida y la importancia de ser presente en la lucha por un mundo mejor, ofreciendo una mezcla de humor y calidez que resuena profundamente.
