
Errol Musk, padre de Elon Musk, había expresado sus preocupaciones sobre la sobrecarga de responsabilidades de su hijo, advirtiendo que dirigir múltiples empresas, incluida Tesla, sería un desafío monumental. En noviembre, mencionó que Elon, además de manejar sus innovadoras empresas, estaba asumiendo un papel en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), lo que lo alejaba de sus verdaderas responsabilidades. Este papel podría haber influido en las dificultades recientes que enfrenta Elon en sus negocios.
Desde que Elon se involucró con DOGE y el equipo de Donald Trump, Tesla ha visto caer su valor en un 40%, lo que aumenta las críticas sobre si este compromiso político está afectando su capacidad para gestionar sus empresas. La combinación de estos factores ha generado un ambiente de incertidumbre en torno al futuro de Tesla y de las demás empresas de Musk, creando temores sobre su capacidad de respuesta en un mercado cada vez más desafiante.
A pesar de las advertencias de su padre, Elon Musk ha continuado adelante, aunque ha admitido que gestionar su imperio empresarial ha sido complicado desde su participación en la administración de Trump. La relación entre padre e hijo es compleja, lo que hace que la subestimación de las opiniones de Errol por parte de Elon sea predecible. Las predicciones de Errol se están convirtiendo en una realidad alarmante para Elon, dejando entrever la difícil realidad de tener demasiados frentes abiertos en el mundo empresarial actual.