Brian Bonsall, conocido por su papel en Family Ties, compartió revelaciones inquietantes sobre su infancia como estrella infantil. Durante su tiempo en el exitoso programa de NBC, comenzó a recibir cartas y fotos extrañas de un fanático que se encontraba en prisión. Su madre, Kathleen, decidió ocultar esta correspondencia hasta que él alcanzó la adultez, señalando que aunque no contenían mensajes sexuales, desconcertaban por su peculiaridad.
A pesar del amor y apoyo de sus compañeros de reparto, Bonsall enfrentó desafíos significativos debido a su fama temprana. Recuerda ser rodeado por extraños emocionados, lo que lo llevó a una experiencia aterradora y desconcertante. La reacción del público y el acoso ocasional de los fans afectaron su vida durante años y lo llevaron por un camino oscuro que incluyó problemas de abuso de sustancias.
Afortunadamente, Bonsall ha logrado recuperarse con la ayuda de su esposa y ha formado una familia propia, además de dedicarse a la música. Su historia, que se relata en la serie Hollywood Demons, es un recordatorio del lado menos glamuroso de la fama precoz y los desafíos que enfrentan los actores infantiles a medida que crecen en la industria del entretenimiento.
