
Thunderbolts presenta un grupo inusual de héroes con pasados oscuros, liderados por Yelena Belova. En medio de un entorno lleno de humor y autocrítica, los personajes reconocen su propia falta de heroísmo en un mundo que exige el sacrificio de sus protagonistas. Acostumbrados a misiones arriesgadas, deberán enfrentar una nueva amenaza escondida en un oscuro secreto de su jefa, Valentina Allegra de Fontaine.
La película se desarrolla en un contexto donde la trama girará en torno a la necesidad de eliminar un peligroso material que podría costar mucho más que una simple misión. A medida que los asesinos se encuentran atrapados, el ritmo toma un giro significativo al salir a la luz el Sentry Project, que revela una amenaza mayor conectada a sus propios traumas. Este enfoque narrativo trae un giro refrescante entre momentos de acción y comedia.
A medida que los Thunderbolts luchan contra la creciente oscuridad, se enfrentan a un concepto que va más allá del combate físico, enfrentando sus propios demonios internos. Aunque no todos los elementos de la película logran su objetivo, la actuación del reparto brilla, particularmente las interacciones entre Pugh y sus compañeros. Finalmente, Thunderbolts deja a los espectadores con la promesa de más aventuras en el universo Marvel, aunque no necesariamente profundiza en sus emociones.
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