El exéntrico cantautor y productor guayaquileño Mike Albornoz ha fallecido a la edad de 60 años, cerrando un capítulo fundamental en la música ecuatoriana. Su carrera, que comenzó en los años ochenta, estuvo marcada por la irreverencia y una visión artística que lo convirtió en un referente del rock y la balada en Ecuador. Albornoz no solo fue conocido por sus grandes éxitos como San Viernes y Un balde de agua fría, sino que su trabajo como productor se destacó por su sello personal e innovador.
A lo largo de su vida, Albornoz se aventuró por distintos géneros musicalmente, desde el rock hasta el pasillo, un estilo que defendía y quería llevar al futuro. Su creatividad rompió moldes, incursionando en elementos visuales únicos en sus videoclips, y siempre abogó por la libertad artística. Sus amigos, conocidos y colegas han rendido homenaje a su legado en redes sociales, compartiendo recuerdos y lamentos por la pérdida de un artista tan singular.
El impacto de Albornoz se sintió no solo en su música, sino también en su reflexión sobre la importancia de la canción como arte literario. En sus últimos años, honró a sus influencias interpretando canciones de artistas icónicos. La muerte de Mike Albornoz deja un vacío en la escena musical ecuatoriana, pero su legado seguirá inspirando a futuras generaciones de artistas.
