
Recientemente, la administración ha anunciado aranceles amplios sobre bienes internacionales, lo que ha generado preocupación sobre la recuperación de la manufactura en EE.UU. Aunque algunos creen que estas medidas pueden llevar a una ‘edad dorada’ de la industria local, muchos expertos afirman que los aranceles podrían obstaculizar el crecimiento en lugar de promoverlo. Estos aranceles, en lugar de fomentar inversiones estratégicas, aumentarán los costos de insumos críticos, afectando la demanda y la confianza de los inversores en el sector manufacturero.
La incertidumbre es uno de los principales problemas que enfrentan los fabricantes. Con aranceles cambiantes y poco claros, es difícil planificar la expansión, la construcción de nuevas fábricas y la investigación y desarrollo necesarios para el avance tecnológico. A pesar de un aumento en la construcción de instalaciones para tecnologías emergentes como baterías y semiconductores, los nuevos aranceles podrían revertir esta tendencia positiva y amenazar el futuro de la manufactura estadounidense.
Es crucial que EE.UU. desarrolle su base industrial para competir en sectores estratégicos. Los aranceles, si se aplican, deben ser limitados y específicos para proteger a las empresas que están desarrollando tecnologías críticas. La clave para el éxito económico es una comprensión profunda de las cadenas de suministro globales. Sin embargo, las políticas actuales pueden llevar a un retroceso, justo cuando el país está en un punto crucial para innovar y avanzar en campos tan necesarios como la biomedicina y la producción de energía.