La residencia No Me Quiero Ir de Aquí, del popular artista Bad Bunny, concluyó con un resonante éxito, atrayendo a cerca de medio millón de personas al Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot. Este evento, que abarcó 31 conciertos, no solo fue un espectáculo musical, sino también un homenaje emotivo a su tierra natal. La producción de la residencia generó un notable impacto económico y cultural, convirtiéndose en un hito en la historia de la música en vivo en la isla.
Desde su anuncio, la residencia se volvió un fenómeno de ventas, agotando más de 400,000 boletos en tiempo récord y reservando 37,519 noches de hotel en San Juan. Se estima que el impacto económico total podría alcanzar los 733 millones de dólares, generando alrededor de 3,623 empleos equivalentes a jornada completa anual. Además, la transmisión del último concierto en plataformas como Amazon Music y Twitch permitió que el evento llegara a audiencias globales, marcando récords de visualización.
El cierre de la residencia fue un emotivo acto de recuerdo y resiliencia, especialmente al coincidir con el aniversario del huracán María. Bad Bunny, a través de sus presentaciones, buscó reflejar la esencia cultural puertorriqueña, integrando ritmos locales y rindiendo tributo a su identidad. Cada detalle del espectáculo, desde la escenografía hasta la música, simbolizó su conexión con la isla y su gente, dejando un legado que perdurará en la memoria colectiva de Puerto Rico.
