
En unas recientes declaraciones, Bob Harper, excolega de Jillian Michaels en el programa The Biggest Loser, habló sobre su relación tras sufrir un infarto en 2017. Harper mencionó que, a pesar de haber trabajado juntos durante muchos años, Michaels no se contactó con él después de su emergencia médica, lo que dejó una fuerte impresión en él. La falta de seguimiento por parte de Michaels, a quien describe como una compañera más que una amiga cercana, le hizo sentir que la situación ‘hablaba volúmenes’.
A lo largo de sus años en The Biggest Loser, Harper y Michaels guiaron a muchos concursantes en su búsqueda por perder peso y transformarse físicamente. Sin embargo, su vínculo se mantuvo estrictamente profesional y, tras la salida de Michaels del programa en 2014, sus caminos se separaron. Este silencio marcó un contraste con la naturaleza de su trabajo conjunto y sus experiencias en el programa, que fue criticado por su enfoque extremo y los desafíos impuestos a los participantes.
Además de esta revelación, Jillian Michaels también se vio envuelta en una controversia reciente por sus comentarios en CNN sobre la historia americana y la esclavitud. Defendió la posición del expresidente Trump acerca de eliminar ideologías ‘impropias’ de los museos, lo que provocó reacciones negativas. Aunque Michaels ha cambiado su enfoque profesional, su tendencia a generar controversia continúa, especialmente cuando se mezcla con sus pasados vínculos en el reality show de competencias.