En un sketch de Saturday Night Live de 2000, Val Kilmer casi recibió una visita inesperada de su coprotagonista de Top Gun, Tom Cruise. Michael Schur, coescritor del sketch, recordó que Cruise estaba presente en el estudio y estuvo a punto de cruzar al escenario en el último segundo. El sketch, donde Kilmer interpretaba a un piloto que había pasado a vuelos comerciales, resultó ser un momento de intensa diversión y nostalgia.
La premisa del sketch se centraba en Kilmer, cuyo personaje estaba acostumbrado a la adrenalina de volar, ahora lidiando con situaciones absurdas en un avión de Delta. Schur había ideado un momento en que Cruise podría haber interrumpido para sacar a Kilmer, añadiendo un giro inesperado al final del sketch. La noche prometía ser icónica, pero el tiempo se les escapó.
A pesar de la ausencia del cameo, el episodio de SNL sigue siendo recordado con cariño. Kilmer, en su papel de Iceman, sorprendió al público no solo con su interpretación del famoso personaje, sino también al burlarse de sus otros roles cinematográficos. Este incidente resalta la química perdurable entre Cruise y Kilmer, y la gran oportunidad que se perdió en uno de los shows más queridos de la televisión.
