Las granjas de escorpiones han surgido como un negocio insólito en varios países, donde se crían hasta 80,000 escorpiones con el objetivo de extraer su valioso veneno. Este veneno, que puede alcanzar precios exorbitantes en el mercado, es utilizado no solo en la investigación médica, sino también en la industria cosmética. La creciente demanda de veneno de escorpión ha llevado a muchos emprendedores a invertir en la cría de estos arácnidos, atraídos por la posibilidad de obtener grandes ganancias.
Ordeñar escorpiones suena extraño, pero se ha convertido en un proceso legítimo y crítico para satisfacer la demanda. El veneno de escorpión contiene compuestos que tienen el potencial de ser utilizados en el tratamiento de diversas enfermedades, lo que ha impulsado su valorización. Sin embargo, la realidad es que la mayoría de los que intentan ingresar a este negocio enfrentan grandes desafíos, incluyendo la falta de compradores interesados y una saturación del mercado.
Este panorama ha llevado a muchas personas a caer en la trampa de la falsa publicidad y los cursos de capacitación que prometen fortuna a través de la cría de escorpiones. La experiencia de algunos emprendedores revela que, a pesar de la emoción inicial, la falta de demanda real y el riesgo de saturación del mercado pueden convertir esta aventura emprendida en un fracaso financiero. Así, mientras que las granjas de escorpiones parecen una tendencia en crecimiento, muchos se preguntan si realmente son un modelo de negocio sostenible.
