
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció recientemente la entrega de la nacionalidad colombiana a Jorge Glas, exvicepresidente de Ecuador condenado por varios delitos. Esta decisión ha provocado un debate entre juristas y políticos, quienes cuestionan la validez del otorgamiento de la nacionalidad bajo los términos de la legislación colombiana e internacional. Glas ya poseía nacionalidad ecuatoriana y alemana, y su nuevo estatus ha sido objeto de controversia, puesto que en Ecuador se exige que el solicitante de nacionalidad no esté enfrentando procesos judiciales graves.
Los abogados consultados han subrayado que, según la Constitución ecuatoriana, Glas no calificaría como un ‘perseguido político’ a pesar del intento por parte de Colombia de ofrecerle esta nueva identidad legal. Además, la Cancillería de Ecuador ha reafirmado que Glas sigue siendo ciudadano ecuatoriano y que los procesos legales en su contra continúan. La situación se complica más debido a que el presidente Petro había hecho un llamamiento para que Ecuador facilite el traslado de Glas, solicitud que fue eliminada de las redes sociales tras generar intensas reacciones diplomáticas.
Además de la controversia jurídica, Glas tiene un largo historial de condenas en Ecuador por corrupción, y su reciente nacionalidad colombiana podría afectar su situación legal. Existen interrogantes sobre el impacto que esta nacionalidad podría tener en la política ecuatoriana y en la imagen internacional del país. La comunidad jurídica espera una aclaración por parte de ambos gobiernos, mientras el debate sobre la legalidad de la decisión de Colombia sigue en curso.