En la segunda noche del festival Coachella, Travis Scott iluminó el desierto con su explosivo cierre, fusionando ritmos de MODERNJAM y NOKIA mientras repasaba sus éxitos y presentaba nueva música. La atmósfera vibrante se destacó también por el llamativo regreso de la banda Green Day, que evocó el espíritu rebelde de los años 90 al interpretar sus himnos de protesta como ‘American Idiot’.
Green Day no solo entretuvo, sino que también envió un mensaje político, criticando las políticas de Donald Trump al tiempo que se unió en escenario con el senador Bernie Sanders, quien subrayó la importancia de abordar temas medioambientales. La energía del público fue contagiosa, especialmente cuando los miembros de la banda hicieron participar a unos afortunados seguidores en su show.
Además, la banda venezolana Rawayana brilló por su debut en el festival, llevando un mensaje de unidad y dedicando su actuación a sus compatriotas que aún no pueden disfrutar de su música en Venezuela. Su actuación, enriquecida con invitados especiales, reafirmó la necesidad de conectar culturas a través de la música, acentuando que las ideas culturales deben prevalecer ante la polarización mundial.
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