La Agencia Metropolitana de Control (AMC) ha clausurado por segunda vez un centro de rehabilitación clandestino en San José de Morán, parroquia Calderón, al norte de Quito. Este lugar, que ya había sido cerrado el pasado 20 de mayo, albergaba a 55 personas en condiciones deplorables, incluyendo hombres, mujeres y menores de edad. Durante la intervención, se evidenció que al menos uno de los internos presentaba signos de desnutrición severa, lo que plantea serias preocupaciones sobre la atención brindada en el lugar.
Funcionarios de salud locales informaron sobre fiestas ruidosas y el consumo de alcohol que ocurrían en el inmueble durante los fines de semana, así como incidentes de violencia entre supuestos trabajadores y residentes del área. El hacinamiento en el centro era evidente, con múltiples departamentos fraccionados y sin las condiciones mínimas de salud y atención. Adicionalmente, se recibieron denuncias de maltratos físicos y psicológicos a los internos, quienes presuntamente pagaban una suma mensual por tratamientos de desintoxicación en un establecimiento no acreditado.
Los adultos fueron evaluados y regresaron a sus familias, mientras que los menores fueron puestos bajo la custodia de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (DINAPEN). Edwin Chicaiza, líder zonal de la AMC, expresó que el propietario del centro enfrentará una sanción económica significativa por violar leyes de salud y seguridad. En los últimos años, la AMC ha intensificado sus esfuerzos, con múltiples clausuras a centros similares por diversas infracciones.
