La Agencia Metropolitana de Control (AMC) de Quito, en colaboración con el Cuerpo de Agentes de Control y la Policía Nacional, llevó a cabo la clausura de una licorería ubicada en un domicilio en el barrio La Ecuatoriana. Durante la inspección, se descubrieron 1000 litros de alcohol que carecían de registro sanitario y timbre fiscal, lo que plantea serios riesgos para la salud pública. En particular, se encontraron 300 litros de alcohol que fueron desechados en el lugar debido a su potencial toxicidad.
Asimismo, se decomisaron 700 litros de licor en botellas que también carecían de los registros reglamentarios necesarios. La ausencia de estas etiquetas puede ser indicativa de contrabando, reetiquetado o reutilización de envases, lo que incrementa el riesgo de adulteración y, por ende, la seguridad de los consumidores. Este tipo de controles es parte de las actividades regulares de la AMC, que busca prevenir incidentes de salud pública asociados al consumo de alcohol no regulado.
Desde el inicio del 2025, bajo la gestión del alcalde Pabel Muñoz, la AMC ha clausurado un total de 28 establecimientos en Quito por vender alcohol sin el registro sanitario correspondiente. Las sanciones para los responsables pueden variar entre uno y cuatro salarios básicos unificados, es decir, entre USD 470 y 1 880, además de la clausura del local. Estas acciones son parte de un esfuerzo sostenido para proteger la salud pública y combatir el comercio ilegal en la ciudad.
