
El ingeniero Carlos Alberto Robalino Rodríguez dio a conocer el casuínico, un bactericida ecuatoriano diseñado para combatir el moco bacteriano, una grave amenaza para la producción de plátano y banano en el país. Durante una entrevista, Robalino explicó el proceso de desarrollo que incluye desde la fase de laboratorio hasta la aplicación en el campo. A través de colaboraciones con el CIBE ESPOL, se lograron pruebas exitosas que evidencian la eficacia del producto en la reducción de la bacteria Ralstonia solanacearum en cultivos.
El casuínico ha sido implementado en fincas del país y ha recibido una respuesta positiva de los productores locales. Se realizaron ensayos en parcelas afectadas con buenos resultados, lo que podría representar un cambio significativo en la lucha contra esta enfermedad. Sin embargo, el ámbito de investigación enfrenta retos financieros, ya que el desarrollo del producto ha dependido mayormente de inversiones privadas y carece de apoyo gubernamental que facilite su validación y registro.
A pesar de los obstáculos, el casuínico se perfila como una alternativa valiosa para la agricultura ecuatoriana, especialmente en la búsqueda de minimizar las pérdidas comerciales. Robalino propone la necesidad de que el Estado implemente mecanismos de apoyo para los pequeños agricultores, resaltando la importancia de desarrollar una regulación técnica adecuada que favorezca la innovación agrícola. Con la difusión y validación del casuínico, se podría marcar un avance en el sector agrícola frente a las adversidades que enfrenta.