
En un movimiento estratégico en la lucha por la supremacía mundial, China ha anunciado una inversión masiva de 55.000 millones de dólares para 2025. Este presupuesto está destinado principalmente al desarrollo de tecnologías fundamentales, incluyendo semiconductores, inteligencia artificial y exploración espacial. Este aumento del 10% respecto al año anterior subraya la determinación de China para reforzar su posición en la industria tecnológica global, donde solo gasta más en defensa y el pago de intereses de su deuda.
El Ministerio de Finanzas de China ha mostrado un claro compromiso con la industria de los semiconductores, resultando en una asignación significativa a la investigación y desarrollo de equipos de fotolitografía. Empresas como SMIC y Huawei ya están implementando estos recursos para mejorar su tecnología y opacar a sus competidores estadounidenses. Además, la independencia tecnológica es una meta crucial, especialmente en la producción de chips de vanguardia utilizando equipos de litografía de ultravioleta extremo.
Mientras que la exploración espacial puede recibir un recorte en su financiación, la atención se centra firmemente en la inteligencia artificial y tecnologías cuánticas, donde China busca alcanzar y superar a Estados Unidos. Este impulso en la ciencia y la tecnología asegura que China está bien posicionada para no solo competir, sino también liderar en estos sectores vitales en los próximos años, lo que podría cambiar el equilibrio global de poder tecnológico.