La NFL ha confirmado a Bad Bunny como el artista principal del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl 2026, lo que ha desatado críticas desde sectores conservadores de Estados Unidos. La elección del boricua, considerado un ícono global, ha generado un intenso debate cultural, especialmente entre comentaristas y figuras ligadas al movimiento MAGA. Varios de ellos han expresado su desacuerdo a través de las redes sociales, tachando a Bad Bunny de ‘antiamericano’ y ‘marxista’.
Las reacciones en contra del artista han sido contundentes, con figuras como el cineasta Robby Starbuck y el podcaster Benny Johnson señalando su postura política, que incluye críticas a Donald Trump y su oposición a las redadas del ICE. Muchos conservadores afirman que su música no representa los valores del fútbol americano. Además, Bad Bunny previamente mencionó su temor a las redadas migratorias, lo que ha avivado aún más las críticas sobre su participación en el evento.
A pesar de la controversia, es indiscutible que Bad Bunny tiene un impacto significativo en la industria musical. En 2024, fue el tercer artista más escuchado en Spotify, y su álbum de 2022 es el más reproducido en la historia de esa plataforma. Su presencia en el Super Bowl no solo promete ser un espectáculo musical inolvidable, sino también un momento crucial en la intersección de la cultura pop y la política contemporánea.
