
Las tarifas impuestas por el expresidente Donald Trump están causando estragos en el sector de la tecnología climática de Estados Unidos. Expertos advierten que estas medidas no solo podrían derribar los mercados globales, sino que también amenazan con desmantelar los avances en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Con un aumento del 54% en los aranceles a los productos chinos, los costos de componentes esenciales subirán, afectando a las empresas que producen vehículos eléctricos, baterías y otros artículos clave para la transición hacia energías más limpias.
Numerosos proyectos de energía limpia se ven en riesgo debido a la incertidumbre económica y la posible reducción de subsidios por parte del gobierno. Desde el inicio de la administración Trump, al menos nueve iniciativas han sido canceladas o retrasadas, impactando inversiones por valor de 8 mil millones de dólares y más de 9,000 empleos. La falta de una estrategia climática federal clara hace temer un retroceso significativo en el desarrollo de tecnologías que podrían posicionar a Estados Unidos como líder en el sector energético limpio.
A medida que la tensión comercial y la incertidumbre económica crecen, el sector de la tecnología climática podría enfrentar un estancamiento peligroso. Observadores destacan que la falta de políticas estables para apoyar la inversión y el desarrollo a largo plazo podría llevar a Estados Unidos a ceder terreno a otras naciones, especialmente a China y la Unión Europea, que avanzan en la construcción de un futuro más sostenible. Sin acciones decisivas, el país podría perder su oportunidad de liderar el camino hacia una economía limpia y sostenible.