Alejandro Kenig, conocido por ser el hijo de la presentadora Marián Sabaté, ha compartido su perspectiva sobre la vida en televisión. A pesar de haber participado en realities como BLN y Combate, Kenig ha revelado que no disfruta estar en el centro de atención y considera que la vida mediática es muy estresante. En sus propias palabras, ser parte de esos programas le ha traído más problemas que beneficios, destacando que la exposición constante no es algo que desee para su carrera.
Kenig también admitió que su experiencia en los realities fue complicada, ya que tuvo que convivir con muchos desconocidos mientras estaba bajo constante vigilancia. Esto generó fricciones con otros participantes, quienes, según él, asumían personajes que no eran auténticos. A lo largo de su participación, la presión para mantener una imagen pública se volvió agobiante, lo que lo llevó a tomar la decisión de alejarse de esta forma de entretenimiento.
El artista dejó claro que no tiene intenciones de regresar a la televisión, ya que considera que el salario no es justo en comparación con el nivel de exposición que se requiere. Kenig enfatizó que, aunque ser hijo de Marián le ha abierto algunas puertas, la carrera en el mundo del espectáculo no es fácil y quiere enfocarse en su música en lugar de ser un personaje de la farándula. Su objetivo es construir una trayectoria auténtica como cantante, lejos de las demandas del reality.
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