
El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, expresó su preocupación por el uso excesivo de la fuerza durante las manifestaciones pacíficas de este domingo, donde organizaciones sociales se autoconvocaron. La ciudad estuvo bajo un fuerte despliegue de policías y militares, con la implementación de un estado de excepción que restringió el acceso al hipercentro, afectando la movilidad de miles de ciudadanos.
Muñoz señaló que las medidas de seguridad, que debían proteger a la población, terminaron siendo un motivo de reproche por el uso desmedido de la fuerza. El alcalde enfatizó que la capital no debe convertirse en una ciudad sitiada y que la paz debe lograrse a través de soluciones que atiendan las causas del malestar social en lugar de imponer medidas de fuerza.
El alcalde también hizo un llamado al Gobierno Nacional para que busque soluciones estructurales ante las demandas sociales, recordando que las decisiones recientes han impactado negativamente en la economía de las familias ecuatorianas. Muñoz concluyó instando a un diálogo nacional que respete a la ciudadanía y evite que Quito asuma las consecuencias de decisiones erróneas.