Recientemente, un alto funcionario del Departamento de Estado estadounidense, Darren Beattie, fue revelado como el autor de un documento que propone una extensa recopilación de comunicados internos relacionados con periodistas, políticos europeos y críticos de Donald Trump. Este inédita petición es parte de un esfuerzo por documentar la supuesta censura conservadora en redes sociales. El objetivo es claro: reconstruir la confianza con el público americano al estilo de los reveladores ‘Twitter Files’.
El documento, datado en marzo de 2025, incluye un esquema para rastrear comunicaciones de una pequeña oficina del Departamento de Estado enfocada en la desinformación. Se solicitan correos electrónicos y registros acerca de personajes públicos relevantes y organizaciones que han criticado la política conservadora, como periodistas y expertos en información. Funcionarios descritos el enfoque como una cacería de brujas y una posible violación de la privacidad de muchos individuos.
La controversia aumentó cuando este enfoque se percibió como una táctica para desacreditar a los opositores políticos y contra aquellos que desafían la narrativa conservadora. Los criticos advierten que la expansión de tales solicitudes podría resultar en un uso erróneo de la información y un ambiente hostil para aquellos que investigan sobre desinformación, generando lo que muchos temen: un efecto escalofriante sobre la libertad de expresión y la transparencia en el gobierno.
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