
Un alto funcionario del Departamento de Estado, Darren Beattie, ha comenzado un polémico esfuerzo para recopilar comunicaciones internas que involucran a periodistas, funcionarios europeos y críticos de Trump. Este intento se centra en un amplio listado de figuras públicas, muchas de las cuales han sido objeto de atención del ala política derecha. El objetivo declarado de Beattie es llevar a cabo una filtración al estilo de los ‘Twitter files’, con el fin de demostrar supuesta censura conservadora y restablecer la confianza del público americano.
El documento, que ha pasado desapercibido hasta ahora, revela una búsqueda exhaustiva de correos electrónicos y otros registros de los empleados del Centro de Manipulación e Interferencia de Información Extranjera (R/FIMI). Los nombres incluidos en la solicitud han generado alarma entre los involucrados, quienes temen que esta acción pueda perjudicar su privacidad y seguridad. La aparición de esta lista, que incluye tanto críticos de Trump como expertos en desinformación, ha sido tildada por algunos como un intento de persecución política.
El esfuerzo de Beattie ha planteado serias preocupaciones entre el personal del Departamento de Estado sobre la manera en que se están utilizando los registros públicos y la posible creación de una lista de enemigos. Muchos han calificado la solicitud de extraordinaria, y la inquietud se cierne sobre la posibilidad de que estas acciones tengan un efecto paralizante, lo que podría disuadir a quienes investigan la desinformación y el discurso crítico de participar en un debate abierto y transparente.
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