En un revuelo reciente en TikTok, fabricantes chinos han comenzado a viralizar videos desafiando la narrativa de las grandes marcas de lujo. Un joven con acento en inglés expone que muchos productos de Hermes, Louis Vuitton y Gucci son en realidad fabricados en China, pero las marcas eliminan la etiqueta ‘Hecho en China’, sugiriendo que los consumidores no conocerían la verdad sobre sus costosos artículos. Este fenómeno ha capturado la atención de millones, mientras los fabricantes buscan conectar directamente con consumidores estadounidenses frustrados por las tarifas impuestas.
Los videos que muestran el proceso de fabricación, desde la elaboración de productos hasta desglose de costos, están cambiando la forma en que los consumidores perciben el comercio internacional. A pesar de las tarifas, muchos productos vendidos directamente por los fabricantes podrían ser considerablemente más baratos que sus contrapartes de marca. Con plataformas como DHgate ganando popularidad, la estrategia de ‘compra directa desde la fábrica’ está ganando tracción, permitiendo a los consumidores obtener productos de calidad sin intermediarios y a precios reducidos.
El impulso tras estos videos no solo es económico, sino también una respuesta cultural al desprecio que sienten muchos trabajadores chinos por ser etiquetados como ‘pequeños campesinos’. Con un crecimiento del interés en entender la manufactura detrás de los productos, los creadores de contenido están aprovechando la plataforma de TikTok para promover su trabajo y reclamar reconocimiento. Sin embargo, con posibles implicaciones de copyright y el temor a que estos videos sean eliminados, la tendencia podría enfrentar desafíos en un futuro cercano.
