En el último episodio de The Last of Us, Ellie es dada de alta del hospital tres meses después de la devastadora pérdida de Joel y el ataque a la ciudad de Jackson. A pesar del dolor y la lucha de la comunidad para recuperarse, Ellie está decidida a buscar justicia. Sin embargo, su solicitud para enviar a un grupo a Seattle es rechazada por el consejo de la ciudad, lo que la lleva a embarcarse en una peligrosa misión junto a Dina, con la esperanza de encontrar a Abby y su grupo.
Durante su viaje, Ellie y Dina se topan con la escena de una masacre que deja claras las complicaciones de la situación en Seattle, donde los aterrados supervivientes han dejado su huella. A medida que avanzan, su diálogo se vuelve más profundo, tocando las emociones complejas que surgen tras la muerte de Joel. Ellie, aún consumida por el dolor, no puede pasar por alto la injusticia y busca venganza a pesar de las advertencias sobre el costo del odio.
Finalmente, Ellie confronta la realidad de su relación con Joel y su propio viaje emocional mientras se prepara para enfrentarse a nuevos peligros. Mientras reflexiona sobre el pasado, se da cuenta de que el camino hacia la justicia no es solo cuestión de venganza, sino de redención personal. Con Dina a su lado, ambas se aventuran en un mundo donde la esperanza y el horror coexisten, preparándose para lo que está por venir en Seattle.
