
La última entrega de Black Mirror, titulada ‘Plaything’, presenta a los intrigantes Thronglets, pequeñas criaturas digitales adorables pero con un mensaje inquietante. Creada por Charlie Brooker, la serie explora el concepto del control humano a través de la tecnología, haciendo eco de la experiencia de la paternidad y el crecimiento de los niños. Brooker confesó que la idea de los Thronglets surgió tras observar cómo sus hijos aprenden y evolucionan, relacionándolo con las actualizaciones de software.
En el episodio, seguimos la historia de Cameron, un periodista de videojuegos que se obsesiona con estos seres digitales. Tras un trágico evento donde un amigo mata a la mayoría de las criaturas, Cameron se embarca en una misión de venganza, lo que desencadena una serie de acontecimientos fatales. En un giro final, un QR dibujado por Cameron provoca una transmisión que afecta a la población de Londres, dejando a los espectadores con preguntas sobre el futuro de la humanidad y el impacto de la IA.
Brooker destaca que el desenlace es intencionalmente ambiguo, sugiriendo que el destino de la humanidad podría ser una ‘mejora’ o un control más profundo por parte de los Thronglets. Con un posible nuevo proyecto en mente, titulado Banderstruck, el universo de Black Mirror continúa expandiéndose, invitando a los fanáticos a reflexionar sobre las implicaciones de la tecnología y la evolución humana en esta nueva era digital.
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