En una tragedia que ha conmocionado al público, al menos 79 personas fueron asesinadas y más de 160 resultaron heridas cuando el techo del Jet Set nightclub en Santo Domingo, República Dominicana, colapsó durante un concierto de merengue. La situación fue especialmente dolorosa ya que entre las víctimas se encontraban dos exjugadores de Major League Baseball, Octavio Dotel y Tony Blanco, quienes disfrutaban de la velada cuando ocurrió el desastre.
Dotel, reconocido por su carrera de 15 años en las grandes ligas, fue rescatado de los escombros, pero lamentablemente no pudo sobrevivir. En el caso de Tony Blanco, quien también tuvo un camino notable en el béisbol, su muerte fue confirmada por las autoridades, que expresaron sus condolencias a las familias de ambos atletas. Este evento dejó al país en un estado de duelo, resaltando la pérdida de dos figuras importantes en el deporte nacional.
Además de Dotel y Blanco, el famoso cantante de merengue Rubby Pérez también se encontraba en el concierto. Aunque inicialmente se pensó que había sido encontrado, sus familiares han afirmado que sigue desaparecido en los escombros. La búsqueda continúa, y sus seres queridos mantienen la esperanza de que Rubby pueda ser rescatado con vida. Esta tragedia ha revelado la fragilidad de la vida y la necesidad urgente de garantizar la seguridad en eventos masivos.
