Brian Bonsall, conocido por su papel en la serie Family Ties, relata un encuentro asombroso con un hombre que utilizó su identidad para cometer crímenes atroces. En el programa Hollywood Demons, Bonsall revela que se enteró en 2013 de una serie de incidentes perturbadores donde un impostor, que le había copiado sus tatuajes, abusó de varias mujeres haciéndose pasar por él. Esta revelación le dejó impactado y angustiado, especialmente al saber que el impostor había victimizado a mujeres con su nombre.
A medida que Bonsall y su esposa, Courtney Tuck, comenzaron a recibir testimonios de más víctimas, comprendió la gravedad de la situación. A pesar de su intento de informar a la policía local, su aviso fue desestimado, lo que les llevó a acudir al FBI. Eventualmente, un informe de una mujer que había sido asaltada en Kentucky apuntó hacia el culpable, Nathan Loebe. Bonsall recordó haberlo conocido en 2004, lo que intensificó su angustia sobre las repercusiones de este caso.
Tras una larga y dolorosa batalla legal, Loebe fue finalmente condenado en 2019 por múltiples delitos, incluyendo agresión sexual y secuestro. Bonsall, aunque afectado por la noticia, ha logrado encontrar estabilidad personal: se casó y tuvo un hijo. Su historia es un recordatorio del impacto duradero que pueden tener los traumas del pasado y la lucha por la justicia en medio de las dificultades.
