A lo largo de los años, muchos de los millonarios más influyentes del sector tecnológico han tenido sorprendentes elecciones de vehículos. Aunque hoy en día poseen superdeportivos y autos de lujo, algunas de sus primeras opciones fueron utilitarios bastante modestos. Esta característica de sus inicios refleja una era en la que la riqueza aún no era evidente, limitando sus opciones automovilísticas.
Por ejemplo, Elon Musk condujo un BMW de 1978 antes de hacerse millonario y Jeff Bezos, con una fortuna estimada en miles de millones, fue visto manejando un Honda Accord de 1991. Mientras tanto, Mark Zuckerberg ha mostrado una preferencia por hatchbacks económicos durante su ascenso en Facebook, revelando que incluso millonarios pueden tener inclinaciones por coches sencillos y funcionales.
Otros magnates como Larry Ellison y los fundadores de Google han optado por opciones más lujosas a lo largo de su vida, aunque también tuvieron sus momentos de humildad. Desde el Acura NSX hasta el Ferrari Enzo, la evolución de sus preferencias automovilísticas refleja no solo su crecimiento personal y profesional, sino también su conexión con el mundo del motor, destacando la diversidad en sus elecciones.
