Europa está iniciando una nueva era en la tecnología espacial comercial. Ante un clima político global tenso y crecientes desacuerdos con Estados Unidos, varias empresas europeas están dando pasos audaces para volar al espacio sin depender de cohetes de otras naciones. Isar Aerospace, con sede en Múnich, planea lanzar su cohete Spectrum desde Noruega, un evento que marca un hito significativo para la industria espacial europea.
El cohete Spectrum es innovador, utilizando una combinación de oxígeno líquido y propano como combustible, lo que promete un rendimiento superior. A pesar de que este primer lanzamiento no transportará satélites, expertos advierten que es poco probable que alcance la órbita. Sin embargo, independientemente del resultado, este intento representa un momento crucial para el resurgimiento de una industria de cohetes privada en Europa, en medio de la dominancia actual de SpaceX en los mercados de lanzamiento global.
Los planes de Europa son ambiciosos. Mientras que varios proyectos de cohetes se encuentran en marcha, el objetivo es desarrollar una industria automatizada en el continente que evite dependencias externas. Algunos de estos cohetes podrían habilitar lanzamientos más rápidos y específicos, abriendo oportunidades para la colocación de satélites en órbitas polares. Con el tiempo, Europa aspira a competir con naciones líderes en tecnología espacial, buscando finalmente una industria soberana que le brinde acceso para explorar el espacio de manera independiente.
