Segovia, reconocida por sus paisajes y patrimonio, se ha convertido en un destino popular para los paseos en globo aerostático. Con alrededor de 13,000 turistas que buscan disfrutar de vistas aéreas de su emblemático acueducto y Alcázar, la industria del turismo aéreo ha crecido significativamente, generando unos 2.6 millones de euros en 2023. Sin embargo, este crecimiento ha ocasionado un conflicto inesperado con los ganaderos de la región.
Los ganaderos han lanzado quejas debido a que los globos sobrevuela sus campos, creando estrés en el ganado. Aseguran que los vuelos a baja altura provocan estampidas y aterrizajes en fincas privadas sin permiso. Mientras que los operadores de globos defienden la seguridad de sus actividades, los ganaderos piden más regulación y respeito por sus terrenos, sugiriendo que se retome un acuerdo previo que establecía zonas de exclusión para los vuelos.
El debate continúa, con una parte insistiendo en la necesidad de equilibrar el turismo con las prácticas ganaderas. Ambas partes parecen coincidir en que no es imposible encontrar un camino que permita disfrutar de los hermosos paisajes de Segovia desde el aire, sin causar molestias a la ganadería local. A pesar de las diferencias, la solución podría residir en medios que permitan a los globos volar sin interferir en las áreas de cría de ganado.
