
Un creciente sentimiento de boicot a productos estadounidenses ha comenzado a tomar forma en Canadá y Europa. A raíz del segundo mandato de Donald Trump, muchos ciudadanos han empezado a considerar la compra de productos locales, al tiempo que se comparte información sobre alternativas a las marcas estadounidenses. Esta tendencia, aunque aún incipiente, refleja un cambio significativo en la cultura del consumo que durante décadas ha estado dominada por la hegemonía de los Estados Unidos.
En Canadá, los movimientos patrióticos han ganado visibilidad, especialmente después de los comentarios de Trump sobre su vecino del norte. La plataforma ‘Buy Canadian’ ha surgido como respuesta, promoviendo productos fabricados en el país. Desde ciudadanos comunes hasta empresarios, muchos canadienses están tomando decisiones más conscientes, optando por productos locales y rechazando los estadounidenses. Este despertar ha llevado incluso a la eliminación de productos en establecimientos locales, evidenciando una clara reacción al flujo comercial y a la influencia de EE.UU.
En Europa, el sentimiento de boicot está comenzando a organizarse también en plataformas sociales, con grupos en Dinamarca y Suecia que han alcanzado números significativos de seguidores. Los ciudadanos discuten sobre la dificultad de evitar productos de EE.UU., pero están comprometidos en buscar alternativas. Esta movilización social marca un interesante momento en la historia del consumo, donde la ideología detrás de las decisiones de compra podría remodelar el panorama económico y comercial entre naciones en el futuro.
Leave a Reply