El Concejo Metropolitano de Quito debatirá una nueva propuesta impulsada por el alcalde Pabel Muñoz, que busca realizar una reforma a la Contribución Especial de Mejoras (CEM). Esta contribución se cobra anualmente junto con el impuesto predial y se destina a financiar obras ejecutadas mediante presupuestos participativos. Sin embargo, se ha identificado que su aplicación actual genera inequidades, ya que el costo de las obras recae predominantemente en los frentistas, lo cual resulta en desequilibrios financieros. A través de esta reforma, se pretende establecer un cobro más justo y equitativo para todos los beneficiarios de las obras.
La propuesta implica que el costo de las obras ya no será asumido únicamente por quienes habitan frente a ellas. En el nuevo esquema, si una obra beneficia a varios barrios, el costo se dividirá proporcionalmente entre los moradores de dichos sectores. Este cambio busca corregir la situación actual donde, por ejemplo, un frentista puede llegar a pagar una cifra mayor por la contribución que por el mismo impuesto predial. Se estima que este sistema permitirá una distribución más justa de los costos, facilitando el acceso a los servicios para más familias.
Además, la reforma amplía las áreas de influencia de la CEM, que pasará de ser local y distrital a incluir también lo parroquial y zonal. Se extendió el plazo máximo de pago de 10 a 20 años, lo que permitirá que las cuotas sean más accesibles. Aparte de la CEM, también se discutirá un nuevo esquema para la Tasa de Recolección de Basura, basada en un modelo progresivo que considera el consumo de agua, lo que correponde a la generación de residuos. Si se aprueba, la nueva normativa se implementará a partir de 2026.
