El gobierno municipal de Quito ha presentado una nueva propuesta para la Tasa de Recolección de Basura (TRB) que será debatida en el Concejo Metropolitano. Esta propuesta surge tras la suspensión del cobro de la TRB a través de la planilla de energía eléctrica, y busca garantizar la sostenibilidad financiera del servicio. El alcalde Pabel Muñoz ha destacado el compromiso ambiental que conlleva esta nueva estructura de cobro, la cual se basa en estudios técnicos que muestran una alta correlación entre el consumo de agua potable y la generación de residuos.
El nuevo esquema de tarifas estará segmentado en tres categorías: residenciales, comerciales e industriales, permitiendo que aquellos que consuman menos agua paguen menos por el servicio de recolección de basura. Con un rango progresivo, se espera que cerca del 59% de los usuarios paguen lo mismo o menos que antes, al tiempo que se normaliza el cobro de la TRB que comenzaría en febrero de 2026, luego de una posible aprobación en la sesión del Concejo.
Adicionalmente, la administración propone una reforma a la Contribución Especial por Mejoras (CEM) para corregir inequidades en la distribución del costo de obras públicas. Esta reforma busca que los gastos se dividan de manera equitativa entre todos los beneficiarios de un proyecto, ampliando los plazos de pago y estableciendo nuevas categorías de zonas de influencia. Esta medida permitirá que los costos para los frentistas se reduzcan considerablemente y se adapte a un esquema más justo en la recaudación.
