
La controversia en torno a Miss Universo 2025 ha tomado un giro inesperado tras las declaraciones de Leonora Lysglimt-Rødland, la representante de Noruega. Durante una transmisión en vivo, ella aseguró que el grupo de las diez semifinalistas fue elegido con dos semanas de anticipación, lo que generó un intenso debate en las redes sociales. Su testimonio provocó que muchas participantes se sintieran desanimadas al creer que la competencia ya estaba decidida antes de la gala final.
Leonora expresó que la información sobre el Top 10 circuló entre concursantes, afectando su credibilidad en la competencia. A pesar de la gravedad de sus afirmaciones, no presentó pruebas concretas ni identificó a los responsables. Sin embargo, muchos recordaron que las candidatas en el Top 10 eran consideradas favoritas desde el inicio, reavivando las sospechas sobre la ecuanimidad del certamen y la elección de la ganadora, Fátima Bosch de México.
La situación se complicó aún más cuando Omar Harfouch, un miembro del jurado, anunció su intención de tomar acciones legales contra la organización debido a irregularidades en el proceso de selección. Su renuncia al comité antes de la competencia aumentó la presión sobre la organización de Miss Universo, que aún no ha respondido a las acusaciones. Este escándalo ha dejado a muchos cuestionando la transparencia y la integridad de uno de los certámenes más prestigiosos del mundo.