El 21 de octubre de 2025, la icónica cantante ecuatoriana Paulina Tamayo falleció a los 60 años, dejando un profundo vacío en el corazón de su país. Su funeral, realizado en la Basílica del Voto Nacional, congregó a más de 2.000 personas, quienes llegaron desde temprano para rendirle homenaje. Cientos más se quedaron afuera, cantando sus canciones y elevando oraciones por su alma en un emotivo tributo que resalta el impacto que tuvo en la cultura ecuatoriana.
Durante la ceremonia, su hermano Paúl Tamayo recordó a Paulina no solo como artista, sino como el pilar de la familia, describiéndola como ‘papá y mamá’ para sus seis hermanos. En su discurso, expresó su dolor y al mismo tiempo la gratitud del pueblo ecuatoriano, quien le brindó el reconocimiento y el cariño que pocos artistas logran alcanzar. Las emotivas palabras de Paúl resonaron en un auditorio lleno de amor y gratitud hacia la fallecida.
El tributo a Paulina comenzó en el Teatro Nacional un día antes de la misa, donde cientos de sus fans se despidieron en una larga fila para rendir homenaje en su escenario favorito. Mientras su féretro era acompañado por aplausos y canciones, su hermano Paúl concluyó con una emotiva reflexión: aunque su voz ya no esté presente, su legado perdurará en cada canción. Paulina Tamayo será recordada por su contribución a la música y su inquebrantable conexión con su público.
