El Concejo Metropolitano de Quito enfrentó una nueva situación de falta de quórum durante una sesión reciente, lo que llevó al alcalde Pabel Muñoz a suspender la jornada. El incidente ocurrió cuando varios concejales abandonaron la sala, justo cuando se discutía el proceso de regularización de barrios en presencia de vecinos. Esta situación ha reavivado debates sobre la responsabilidad de los ediles con la ciudad y el compromiso que se espera de ellos.
En respuesta a los hechos, se ha propuesto una resolución que establece sanciones por ausencias injustificadas, pero los concejales señalaron que cualquier acción debe tener respaldo legal y ser tramitada como una ordenanza. Durante la discusión, se coincidió en la necesidad de garantizar el quórum y la participación activa, aunque algunos argumentaron que debe ser un compromiso ético más que una obligación impuesta.
El alcalde Muñoz, al referirse a la situación, enfatizó que es vital cumplir las obligaciones básicas del cargo y solicitó un control riguroso de la asistencia en las sesiones. Aunque la propuesta de sanciones no fue aprobada, el debate evidenció la relevancia del compromiso institucional de los concejales hacia la ciudadanía quiteña, marcando un precedente en la discusión sobre la responsabilidad de los representantes municipales.
