El Teatro Nacional de la Casa de la Cultura en Quito se convirtió en un espacio de homenaje para Paulina Tamayo, ícono de la música ecuatoriana, quien falleció tras una larga carrera de más de 50 años. El evento, realizado el 21 de octubre, estuvo lleno de música, flores y aplausos, reflejando la gran estima que le tenían sus seguidores. Desde temprano, cientos de personas formaron filas para rendir tributo y acompañar a su familia en este doloroso momento.
Durante la velación, momentos llenos de emoción se vivieron cuando los asistentes cantaron la famosa Canción de los Andes, evocando recuerdos de una trayectoria artística que resonó profundamente en el corazón del pueblo ecuatoriano. Con pañuelos blancos y arreglos florales, tanto fanáticos como colegas expresaron su cariño y respeto hacia la artista, quien se había presentado en escenarios llenos de público, estableciendo un legado que trascendió generaciones.
Paulina Tamayo dejó un vacío significativo en el mundo de la música ecuatoriana. Su representante recordó que a lo largo de su vida, Tamayo permaneció comprometida con su arte y se destacó por su disciplina. A pesar de su fallecimiento debido a una afección respiratoria, su legado perdura en el corazón de quienes la amaron y apoyaron su carrera. Como última muestra de cariño, la comunidad musical se unió para despedir a la artista que siempre será recordada como la Grande del Ecuador.
