El ministro del Interior, John Reimberg, anunció la suspensión definitiva del diálogo con el movimiento indígena de Imbabura, en el contexto de una crisis que ha llevado a manifestaciones durante casi un mes. Reimberg señaló que el cierre de las mesas responde al incumplimiento de acuerdos por parte de los indígenas, quienes habían solicitado el diálogo. Según el ministro, el Gobierno cumplió su parte, pero los indígenas cerraron las puertas a seguir conversando.
El anuncio de Reimberg llega tras una reunión en el Palacio de Carondelet, donde subrayó que a partir de este momento, cualquier escalada de las protestas sería responsabilidad del movimiento indígena. Este punto se centra en el incumplimiento de la apertura de vías bloqueadas, un acuerdo fundamental en el diálogo anterior. El Gobierno también ha decidido retirar la presencia policial y militar en las zonas de protesta para evitar confrontaciones.
La decisión de suspender el diálogo tiene antecedentes en conflictos sociales pasados en Ecuador, donde compromisos similares fueron incumplidos. Este nuevo episodio deja el paro indefinido y afecta gravemente la economía, causando pérdidas significativas en varias provincias. La falta de acuerdo y la tensión en la región podrían prolongar la crisis social y política en el país.
