
Este 19 de octubre de 2025, Ecuador se une en celebración tras la canonización de María Troncatti, una misionera salesiana querida por el pueblo shuar. La ceremonia, presidida por el Papa León XIV en la Plaza de San Pedro, fue un evento trascendental que reconoció el milagro de Juwà Bosco, un carpintero indígena que sobrevivió a un grave accidente craneal gracias a su intercesión. Este hecho no solo honra la memoria de Troncatti, sino que también resalta la conexión entre la comunidad indígena y la fe cristiana.
La historia de Juwà Bosco es conmovedora; tras sufrir un accidente devastador en 2015, su familia y comunidad iniciaron una intensa cadena de oración a María Troncatti. En un sueño, ella se le apareció y le prometió sanación, lo que ocurrió de manera milagrosa al día siguiente. Este suceso desató una serie de investigaciones que culminaron en el reconocimiento oficial del milagro por parte de la Iglesia, permitiendo así la canonización de Troncatti después de más de medio siglo de su muerte.
María Troncatti, nacida en Italia en 1883 y misionera en Ecuador desde 1922, fue reconocida por su dedicación y servicio al pueblo shuar. Su labor evangélica y médica dejó una huella indeleble en la región. Además de ser un símbolo religioso, su canonización sienta un precedente en la relación entre la fe católica y las culturas indígenas, fortaleciendo la identidad y espiritualidad de las comunidades en la selva amazónica ecuatoriana.