
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) ha denunciado la supuesta infiltración de agentes policiales en las recientes protestas, alegando que esto se llevó a cabo para generar disturbios y justificar la represión contra los manifestantes. El incidente más destacado ocurrió en San Miguel del Común, Pichincha, donde se reportaron violentos enfrentamientos que duraron casi doce horas, resultando en disparos contra viviendas y el uso indiscriminado de gas lacrimógeno, afectando a familias, incluidos niños y ancianos.
La Policía Nacional ha rechazado estas acusaciones, defendiendo sus acciones como parte de un operativo autorizado relacionado con el hallazgo de explosivos en la zona. Durante este operativo, se detuvo a un individuo en posesión de materiales peligrosos como bombas molotov. La Conaie, por su parte, ha observado estos eventos como parte de una ‘guerra sucia’ del gobierno que busca deslegitimar sus protestas sociales.
A medida que las movilizaciones exigen al gobierno de Daniel Noboa tomar medidas urgentes contra problemas como la inseguridad y el desempleo, las tensiones han aumentado, resultando en al menos 15 heridos y dos fallecidos. La Defensoría del Pueblo ha instado a la negociación para evitar una escalada de la violencia, mientras que la Fiscalía General ha anunciado la apertura de investigaciones sobre estos violentos acontecimientos, en un contexto donde la crisis de derechos humanos resuena con las protestas de años anteriores.