
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha causado revuelo tras confesar que no sabe quién es Bad Bunny, el popular artista puertorriqueño que será una de las estrellas del medio tiempo del Super Bowl 2026. Durante una reciente aparición pública, Trump comentó que no comprende por qué fue elegido para tal evento, desatando una ola de reacciones en redes sociales, principalmente entre los fans del reguetonero.
Bad Bunny, conocido por su estilo provocador y su capacidad de conectar con el público, ha tenido una respuesta ingeniosa ante las palabras de Trump. En una transmisión de Saturday Night Live, el artista hizo un llamado al ex presidente para que aprenda español, recibiendo aplausos y risas del público presente. A pesar de la falta de reconocimiento por parte de Trump, Bad Bunny continúa siendo un ícono global con millones de oyentes en plataformas de música.
La elección de Bad Bunny para el Super Bowl 2026 no solo marca un hito en la música y el espectáculo, sino que también plantea preguntas sobre la intersección entre política y cultura popular. Mientras el debate sobre el papel del artista en este evento deportivo sigue creciendo, fanáticos y críticos discuten la significancia de su presencia en un evento que históricamente ha reunido a las figuras más influyentes de Estados Unidos.