
Tilly Norwood ha irrumpido en la escena cinematográfica como la primera actriz generada completamente por inteligencia artificial, y su debut ha suscitado una mezcla de entusiasmo y rechazo. Presentada en un video humorístico en la Cumbre de Zúrich, Tilly ha captado la atención de redes sociales y ha sido presentada como una promesa en ascenso dentro de la industria del entretenimiento. Su creadora, Eline van der Velden, aspira a que se convierta en la próxima gran estrella, similar a figuras como Scarlett Johansson o Natalie Portman.
Sin embargo, la reacción del sindicato SAG-AFTRA ha sido contundente, oponiéndose a la idea de que la creatividad sea reemplazada por seres sintéticos. Este organismo, que representa a más de 160.000 actores, ha manifestado su preocupación respecto a las implicaciones laborales que puede tener la inclusión de actores digitales en la industria. Actrices como Mara Wilson han planteado cuestionamientos éticos sobre el uso de rostros reales en la creación de Tilly, sugiriendo la necesidad de considerar a las personas detrás de las imágenes generadas por computadora.
A pesar de la controversia, algunos expertos consideran que la preocupación es exagerada y que el interés por personajes virtuales no es una amenaza inmediata para los actores humanos. Tilly continúa ganando popularidad en las redes, expresando experiencias humanas a través de sus publicaciones, y marcas comerciales ya están mostrando interés en ella. La situación plantea un debate esencial sobre el futuro del cine y el papel de la inteligencia artificial en la creatividad, donde algunos ven una oportunidad innovadora y otros una deshumanización potencial del arte.